REVISIÓN GINECOLÓGICA + PRUEBAS RADIOGRÁFICAS

PREVENCIÓN DEL CÁNCER DE MAMA

Prevención del Cáncer de Mama

El cáncer de mama ya se ha convertido en el más común del mundo con 2,3 millones de diagnósticos en 2020. No podemos evitar que aparezca, pero sí detectarlo en fases iniciales aumentando así las probabilidades de curación. Para ello son indispensables las revisiones ginecológicas periódicas y las pruebas radiológicas.

THIS ha sumado los servicios de dos asociados, la clínica ginecológica Ginefem y el Centro de Mama de Tenerife , para ofrecerte la REVISIÓN GINECOLÓGICA INTEGRAL junto a las PRUEBAS RADIOGRÁFICAS (mamografía digital + ecografía de mamas) con unas condiciones muy especiales. Aprovecha y pide cita antes del 2 de mayo por formulario web o teléfono indicando el nombre de la campaña (Prevención del Cáncer de Mama THIS).

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Más Información

¿Qué incluye?

  1. La paciente pide cita y realiza su Revisión Ginecológica Integral en la Clínica Ginefem.
  2. Después la paciente pide cita y realiza las Pruebas radiográficas en el Centro de Mama de Tenerife.
  3. Finalmente recibirá el Informe de resultados.

La importancia de las revisiones ginecológicas

En general, las mujeres deberían acudir a su ginecólogo al menos una vez al año para su visita de control con el objetivo de detectar de forma precoz el cáncer de mama y otras enfermedades ginecológicas, por lo que no pospongas tu revisión.

En una revisión ginecológica se realiza una revisión completa de todos los órganos femeninos para comprobar si están sanos. Para ello se exploran las mamas, la vulva, la vagina y el cuello del útero. Además, de valorar el útero, el endometrio y los ovarios.

La mamografía en la detección precoz del cáncer de mama

Actualmente,la mamografía es la única prueba aceptada para el cribado del cáncer de mama, siendo capaz de detectar el cáncer en su fase inicial, incluso antes de que se produzcan los síntomas. Además, el cáncer detectado en una mamografía de cribado se acompaña de mejor pronóstico que el detectado por un nódulo palpable u otros síntomas.

 

¿A qué edad debo hacerme mi primera mamografía?

Deberás seguir las recomendaciones de tu médico. Como orientación general, podríamos decir que todas las mujeres deben comenzar su evaluación mamográfica a partir de los 40 años coincidiendo con su revisión ginecológica, con una periodicidad anual.

Si existen factores de riesgo conocidos, historia familiar de cáncer de mama o presencia de mutaciones genéticas conocidas, en estos casos la edad de inicio, el tipo y la periodicidad de los estudios se determinará por los especialistas implicados.

¿Cuándo se realiza una mamografía y cuándo una ecografía de mama?

La mamografía y la ecografía de mama son dos exámenes complementarios que ayudan a la detección precoz del cáncer de mama. La primera utiliza rayos X y la segunda usa ultrasonido para detectar cambios o alteraciones en la estructura de la mama y para detección de anormalidades como nódulos o calcificaciones.

La mamografía se realiza para resolver un síntoma clínico particular relacionado con la mama: dolor, secreción por el pezón, hinchazón, aparición de cambios en la piel de la mama o en el pezón asimetrías o aparición de “bulto”. En estos casos se trata de una mamografía diagnóstica y se realiza en mujeres con más de 30 años. En mujeres con menos de 30 años se realiza ecografía no mamografía.

También se utiliza para buscar, en mujeres a partir de los 40 años y sin síntomas, signos precoces de cáncer de mama, es lo que se conoce como cribado. En el cribado se realiza una primera mamografía a los 40 años, entre los 40 y los 50 años se realizará una mamografía anual. A partir de los 50 años la periodicidad será anual o bienal, no hay consenso. Los expertos opinan que la periodicidad no debe ser inferior al año, ni superior a los dos años. La mamografía debe realizarse, además, en mujeres con una historia familiar de cáncer de mama.

El uso principal de la ecografía de mama en la actualidad es ayudar a diagnosticar las anormalidades en la mama detectadas por un médico durante un examen físico (como un bulto o secreción del pezón espontánea o sangrienta) y dar las características de potenciales anormalidades observadas en una mamografía.

La mamografía y la ecografía de mama son dos exámenes complementarios que ayudan a la detección precoz del cáncer de mama. La primera utiliza rayos X y la segunda usa ultrasonido para detectar cambios o alteraciones en la estructura de la mama y para detección de anormalidades como nódulos o calcificaciones.

La mamografía se realiza para resolver un síntoma clínico particular relacionado con la mama: dolor, secreción por el pezón, hinchazón, aparición de cambios en la piel de la mama o en el pezón asimetrías o aparición de “bulto”. En estos casos se trata de una mamografía diagnóstica y se realiza en mujeres con más de 30 años. En mujeres con menos de 30 años se realiza ecografía no mamografía.

También se utiliza para buscar, en mujeres a partir de los 40 años y sin síntomas, signos precoces de cáncer de mama, es lo que se conoce como cribado. En el cribado se realiza una primera mamografía a los 40 años, entre los 40 y los 50 años se realizará una mamografía anual. A partir de los 50 años la periodicidad será anual o bienal, no hay consenso. Los expertos opinan que la periodicidad no debe ser inferior al año, ni superior a los dos años. La mamografía debe realizarse, además, en mujeres con una historia familiar de cáncer de mama.

El uso principal de la ecografía de mama en la actualidad es ayudar a diagnosticar las anormalidades en la mama detectadas por un médico durante un examen físico (como un bulto o secreción del pezón espontánea o sangrienta) y dar las características de potenciales anormalidades observadas en una mamografía

Recomendaciones a la hora de realizarse una mamografía

  • No utilizar desodorante, polvos de talco, ni ningún tipo de loción o crema sobre las mamas o las axilas el día de la prueba, pues podría interferir en el resultado de la misma.
  • Conviene informar al médico del uso de tratamientos hormonales, antecedentes de cirugías sobre la mama, o si tiene antecedentes personales o familiares de cáncer de mama.
  • El mejor momento para realizar la prueba es una semana después de la regla pues es cuando las mamas están menos sensibles.

La mamografía y la ecografía de mama son dos exámenes complementarios que ayudan a la detección precoz del cáncer de mama. La primera utiliza rayos X y la segunda usa ultrasonido para detectar cambios o alteraciones en la estructura de la mama y para detección de anormalidades como nódulos o calcificaciones.

La mamografía se realiza para resolver un síntoma clínico particular relacionado con la mama: dolor, secreción por el pezón, hinchazón, aparición de cambios en la piel de la mama o en el pezón asimetrías o aparición de “bulto”. En estos casos se trata de una mamografía diagnóstica y se realiza en mujeres con más de 30 años. En mujeres con menos de 30 años se realiza ecografía no mamografía.

También se utiliza para buscar, en mujeres a partir de los 40 años y sin síntomas, signos precoces de cáncer de mama, es lo que se conoce como cribado. En el cribado se realiza una primera mamografía a los 40 años, entre los 40 y los 50 años se realizará una mamografía anual. A partir de los 50 años la periodicidad será anual o bienal, no hay consenso. Los expertos opinan que la periodicidad no debe ser inferior al año, ni superior a los dos años. La mamografía debe realizarse, además, en mujeres con una historia familiar de cáncer de mama.

El uso principal de la ecografía de mama en la actualidad es ayudar a diagnosticar las anormalidades en la mama detectadas por un médico durante un examen físico (como un bulto o secreción del pezón espontánea o sangrienta) y dar las características de potenciales anormalidades observadas en una mamografía

Recomendaciones a la hora de realizarse una ecografía de mamas

Para la realización de una ecografía de la mama no es necesaria ningún tipo de preparación especial, salvo no aplicar cremas, lociones ni ningún tipo de productos en el pecho el día de la prueba.

Una vez que la mujer está tumbada boca arriba, el radiólogo aplica un gel frío en la mama, sobre el que se pasará un dispositivo manual para examinar el interior del pecho.

La mamografía y la ecografía de mama son dos exámenes complementarios que ayudan a la detección precoz del cáncer de mama. La primera utiliza rayos X y la segunda usa ultrasonido para detectar cambios o alteraciones en la estructura de la mama y para detección de anormalidades como nódulos o calcificaciones.

La mamografía se realiza para resolver un síntoma clínico particular relacionado con la mama: dolor, secreción por el pezón, hinchazón, aparición de cambios en la piel de la mama o en el pezón asimetrías o aparición de “bulto”. En estos casos se trata de una mamografía diagnóstica y se realiza en mujeres con más de 30 años. En mujeres con menos de 30 años se realiza ecografía no mamografía.

También se utiliza para buscar, en mujeres a partir de los 40 años y sin síntomas, signos precoces de cáncer de mama, es lo que se conoce como cribado. En el cribado se realiza una primera mamografía a los 40 años, entre los 40 y los 50 años se realizará una mamografía anual. A partir de los 50 años la periodicidad será anual o bienal, no hay consenso. Los expertos opinan que la periodicidad no debe ser inferior al año, ni superior a los dos años. La mamografía debe realizarse, además, en mujeres con una historia familiar de cáncer de mama.

El uso principal de la ecografía de mama en la actualidad es ayudar a diagnosticar las anormalidades en la mama detectadas por un médico durante un examen físico (como un bulto o secreción del pezón espontánea o sangrienta) y dar las características de potenciales anormalidades observadas en una mamografía

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