El estrés es uno de los mecanismos del ser humano que le permite advertirle de un peligro y estar alerta para atajarlo. Pero esa tensión física y emocional, esa reacción del cuerpo ante una situación nueva también ataca a su bienestar, repercutiendo directamente en la salud física y psicológica.
Una de las zonas del cuerpo donde más incide es en el sistema digestivo, ya que se liberan hormonas, que en exceso, afectan al proceso digestivo como son cortisol y catecolaminas.
Por ello, es importante conocer de dónde procede el estrés y cómo afecta al proceso digestivo, ya que el problema se agrava cuando el estrés se vuelve crónico, pudiendo afectar al aparato digestivo y al normal funcionamiento de los intestinos.
¿Cómo afecta el estrés al aparato digestivo?
Al aparato digestivo se le reconoce como el pequeño cerebro, debido a su íntima conexión –el eje cerebro intestino– y se considera como la extensión del cerebro; formado por millones de neuronas, ya que se conoce que su función va mucho más allá que procesar los alimentos.
En situaciones de estrés se liberan sustancias que estimulan el sistema nervioso. Hay personas que tienen un tubo digestivo altamente sensible a esas sustancias, y el estómago y el intestino trabajan de manera deficiente.
Cuando la denominada hormona del estrés, el cortisol, se libera en exceso en la sangre, afecta tanto la digestión como la absorción de alimentos, puesto que un exceso de cortisol da lugar a un aumento de la presión arterial.
Respecto a las catecolaminas, según las define el Instituto Nacional del Cáncer, son un tipo de neurohormona (sustancia química elaborada por células nerviosas y usadas para enviar señales a otras células). Se trata de una sustancia importante para dar respuesta al estrés, pero en concentraciones altas refieren un aumento de la frecuencia cardiaca y de los niveles de glucosa e influye en la activación del sistema nervioso parasimpático.
¿Qué afecciones genera el estrés en la salud digestiva?
La tensión a la que se somete el organismo con el estrés puede provocar desde diarreas, hasta todo lo contrario, estreñimiento, dependerá de cada persona.
Igualmente, puede incrementar la acidez del estómago, ya que se segrega un exceso de jugos gástricos; así como gases, pues la situación que se atraviesa puede provocar que se coma más deprisa.
Problemas, intolerancias y alergias
Sin embargo, pueden aparecer afecciones de mayor calado, desde una indigestión, una gastritis a una irritación e inflamación de la mucosa intestinal lo que podría acarrear la aparición de úlceras, el síndrome de colon irritable y colitis ulcerosa.
En suma, el estrés afecta en las variaciones en la motilidad intestinal; produce cambios en secreciones digestivas; la mucosa gastrointestinal ve reducida su capacidad de regeneración; baja el flujo sanguíneo en la mucosa; y se originan problemas en la absorción de nutrientes, así como intolerancias y alergias ante un desequilibrio de la flora intestinal.
Ahora bien, si el estrés altera el normal funcionamiento del aparato digestivo, ese mismo problema genera igualmente, estrés y ansiedad en quien lo padece, por ello, lo que se aconseja es siempre acudir a un especialista en Medicina Digestiva.
Si buscas un médico de Digestivo en Tenerife no dudes en confiar en los profesionales del área de Medicina Digestiva del Hospital San Juan de Dios, asociado a THIS, donde te ayudarán a tratar los procesos y patologías que afectan al aparato digestivo, avalados por una amplia experiencia.
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