La radiología intervencionista es una especialidad médica relativamente reciente, que se encuentra en continuo desarrollo y evolución. Esta especialidad permite a los médicos, ayudados por la imagen de rayos x o ecografía, acceder a las diferentes partes del cuerpo para realizar tratamientos o diagnósticos de enfermedades.
¿Es una alternativa al tratamiento quirúrgico?
En la mayoría de las patologías que existen es una alternativa menos invasiva ya que no se utiliza el bisturí. Se accede al interior del cuerpo con incisiones muy pequeñas o a través de orificios naturales (boca, recto, uretra) generalmente sin anestesia general y con recuperación muy cortas después de los tratamientos.
Las enfermedades que diagnostica la radiología intervencionista
El ámbito de actuación de la radiología intervencionista se extiende a prácticamente todas las patologías porque actúa sobre vasos sanguíneos, sobre la vía biliar, urinaria, huesos, cánceres, hígado…
El tratamiento de la radiología intervencionista en el cáncer
Sobre los cánceres se actúa a través de la circulación que llega al cáncer poniendo unos catéteres por dentro de las arterias que van al cáncer y se puede administrar directamente medicamentos en la zona y tapar esos vasos para que el cáncer se quede sin vascularización.
Otra forma de actuar es mediante agujas que se ponen justo en el cáncer y con sistemas microondas, es decir, ondas que destruyen el tumor.
¿Y cómo actúa en pacientes que han sufrido un ictus?
En el ictus, hoy en día, se ha producido una revolución que ha sido el manejo del ictus por la radiología intervencionista. En primer lugar, está la prevención primaria, es decir, un enfermo que tiene una estenosis de una arteria muy importante se puede tratar dilatando y poniéndole un stent para que mejore la circulación.
Si estamos en las primeras horas tras el ictus se puede entrar en la arteria obstruida que esta causando el ictus, coger el trombo, quitarlo y mejorar la circulación del cerebro dañado.