Todos hemos escuchado hablar con frecuencia del Índice de Masa Corporal (IMC). ¿Pero sabemos realmente en qué consiste? Ésta es una de las preguntas más frecuentes que se hacen las personas que están considerando someterse a una cirugía de obesidad.
Para saber si una persona es apta o una buena candidata para este tipo de intervención debemos tener en cuenta dos aspectos importantes: el grado de obesidad del paciente y los problemas de salud asociados a la obesidad.
EL IMC para valorar el grado de obesidad de un paciente
Existen varios métodos para valorar el grado de obesidad de un paciente. El más utilizado es el Índice de Masa Corporal (IMC), un número que se obtiene como resultado de dividir el peso en kilogramos entre el cuadrado de la altura en metros del paciente (por ejemplo: un hombre que pese 120 kg y mida 1.80 m tendrá un IMC de 37 kg/m2 (pues 75/1.80 x1.80= 37).
Clásicamente los pacientes con un Índice de masa Corporal superior a 40 o a 35 Kg/m2 con alguna enfermedad relacionada con la obesidad tienen indicada la operación, si se descartan endocrinopatías y trastornos del hábito alimentario inapropiados.
¿Qué es la impendanciometría?
Sin embargo, el IMC es un valor que sólo refleja el peso del paciente y no la distribución o el acúmulo anómalo de grasa, que es lo que realmente define la obesidad. Existen otros métodos más precisos para medir la obesidad como la impedanciometría, que nos permite conocer cómo está repartido el peso y además nos calcula el metabolismo basal, es decir las calorías que quemamos en reposo.
La Clínica Obesidad Tenerife, miembro asociado de THIS, dispone del más avanzado método de análisis de la composición corporal para poder determinar los siguientes parámetros: agua corporal total, Proteínas, Minerales, Masa Libre de Grasa, Masa Grasa Corporal, Peso, Masa Músculo-Esquelética, Índice de Masa Corporal, Porcentaje de Grasa Corporal, Análisis Muscular Segmental, Análisis de Grasa Segmental, Historial de Composición Corporal, Evaluación Nutricional, Tasa Metabólica Basal, Nivel de Grasa Visceral, Grado de Obesidad, Ingesta Calórica Recomendada, Consumo Calórico por Ejercicio o Impedancia. Si quieres obtener más información, haz clic aquí.
Otros factores importantes a tener en cuenta ante una cirugía de obesidad
En la actualidad, hay algunos parámetros como el nivel de grasa en el hígado, la resistencia periférica a la acción de la insulina o las enfermedades asociadas a la obesidad, que podrían ser más importantes que el peso del paciente, a la hora de indicar un “bypass gástrico o una reducción de estómago”.
La operación tiene como objetivo aumentar la calidad de vida del paciente, mejorar las enfermedades asociadas y prevenir complicaciones futuras.
Las dos sociedades científicas más importantes a nivel internacional (ASMBS e IFSO), recomiendan considerar el tratamiento quirúrgico en pacientes con IMC superior a 30 Kg/m2, que se beneficien de una pérdida significativa del peso que no se haya podido alcanzar mediante dieta y ejercicio y que vaya a suponer una mejoría significativa de la calidad de vida y de la autoestima del paciente.