El estrés es una respuesta natural del cuerpo humano a situaciones que lo ponen en peligro o lo desequilibran emocionalmente. Si bien es una respuesta importante que nos ayuda a sobrevivir en situaciones críticas, el estrés prolongado y crónico puede tener efectos negativos en nuestra salud física y mental, incluyendo en nuestro aparato digestivo.
El sistema digestivo uno de los sistemas más sensibles del cuerpo.
El sistema digestivo es uno de los sistemas más sensibles del cuerpo, y es particularmente susceptible a los efectos del estrés. Cuando estamos bajo estrés, el cuerpo produce una serie de hormonas como el cortisol, la adrenalina y la noradrenalina que afectan la forma en que nuestro sistema digestivo funciona.
¿Cómo afecta el estrés a nuestro aparato digestivo?
Afecta al tracto gastrointestinal
En primer lugar, el estrés puede afectar directamente el tracto gastrointestinal y causar una variedad de síntomas, como diarrea, estreñimiento, náuseas y vómitos. Además, puede aumentar la producción de ácido en el estómago, lo que puede causar ardor estomacal y dolor abdominal. También puede provocar espasmos musculares en el intestino, lo que puede provocar cólicos y dolor.
Mal absorción de nutrientes
Otro efecto del estrés en el aparato digestivo es que puede afectar la absorción de nutrientes de los alimentos. Cuando estamos bajo estrés, el cuerpo desvía la sangre y la energía de los órganos digestivos hacia los músculos y otros órganos que necesitan más energía. Como resultado, el sistema digestivo puede no recibir suficiente sangre y energía para funcionar correctamente, lo que puede afectar la digestión y la absorción de nutrientes.
Desequilibrio de bacterias beneficiosas en el intestino
Además, el estrés puede afectar el equilibrio de bacterias beneficiosas en el intestino. El intestino es el hogar de una comunidad diversa de bacterias que ayudan a digerir los alimentos y mantener la salud del sistema inmunológico. El estrés crónico puede cambiar el equilibrio de estas bacterias y favorecer el crecimiento de bacterias dañinas, lo que puede provocar problemas de salud como inflamación intestinal, síndrome del intestino irritable y enfermedad de Crohn.
Dieta poco equilibrada
Por último, el estrés también puede afectar nuestro comportamiento alimentario y nuestras elecciones alimentarias. Cuando estamos estresados, es común recurrir a la comida como una forma de hacer frente a la ansiedad y el malestar emocional. Sin embargo, a menudo optamos por alimentos poco saludables y ricos en calorías como dulces, alimentos fritos y comidas rápidas, lo que puede empeorar los síntomas digestivos y aumentar el riesgo de problemas de salud a largo plazo como la obesidad, la diabetes y las enfermedades del corazón.
Reducir las consecuencias del estrés crónico en la salud digestiva
En resumen, el estrés y el aparato digestivo están estrechamente relacionados, y el estrés prolongado y crónico puede tener efectos negativos en la salud digestiva y en nuestra salud en general.
Para reducir el estrés y proteger la salud del sistema digestivo, es importante:
- Practicar técnicas de relajación y manejo del estrés, como la meditación, la respiración profunda, el yoga y el ejercicio regular.
- Seguir una dieta saludable y equilibrada, rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables, y evitar alimentos procesados y ricos en grasas saturadas y azúcares añadidos.
¿Dónde conseguir un especialista médico digestivo en Tenerife?
Si el estrés altera el normal funcionamiento del aparato digestivo, se aconseja acudir a un especialista en Medicina Digestiva. Si buscas un médico de Digestivo en Tenerife no dudes en confiar en los profesionales del área de Medicina Digestiva del Hospital San Juan de Dios, asociado a THIS, donde te ayudarán a tratar los procesos y patologías que afectan al aparato digestivo, avalados por una amplia experiencia.