La cirugía de la obesidad es muy segura, habiendo mejorado en los últimos años, tanto en términos de complicaciones como de mortalidad, según explica el Dr. Iván Arteaga, director médico de Obesidad Tenerife.
“La mortalidad de la cirugía bariátrica debe ser inferior al 1 % de los casos intervenidos”, apunta. Esta tasa va a depender de no sólo de factores relacionados con el paciente (peso preoperatorio, edad, comorbilidades, reintervenciones…) sino también de factores dependientes del cirujano (volumen de pacientes intervenidos).
El doctor matiza que se debe tener en cuenta que la obesidad en sí misma, supone un riesgo de morir superior al de una persona con sobrepeso. “Está demostrado que el obeso que no se opera, tiene seis veces más riesgo de morir que obeso que se opera y resuelve su problema de salud”, añade.
A esto añade que el mayor riesgo al que se somete un paciente obeso para su salud a largo plazo es “no operarse” y seguir siendo obeso.
¿Es una cirugía dolorosa?
Ante esta pregunta frecuente entre los pacientes, el doctor explica que las interevenciones hoy en día se realizan por vía laparoscópica, con anestesia general, por lo que el postoperatorio no es doloroso, pudiendo realizar una vida relativamente normal desde el tercer o cuarto día de la intervención.
“A partir de las primeras dos semanas, si no existen complicaciones, el paciente puede reincorporarse a su actividad social y laboral habitual sin ninguna limitación”, concluye.